Una chica lucha contra la anorexia con su Instagram
Cuando Connie Inglis se miró al espejo a los 13 años, no le gustó lo que vio: pechos pequeños, michelines, celulitis y muslos que se rozaban. Pero, sin duda, la parte que la hacía más infeliz era su barriga. "Quería que fuera perfecta y plana, como la de las chicas a las que idolatraba. Sin embargo, nunca lo conseguía por mucho que lo intentara". Es entonces cuando comenzaron 10 años terribles para Connie, en los que la anorexia se adueñó completamente de la vida de esta chica de Leeds.
Connie hacía todo lo posible por no comer absolutamente nada y así entró en una espiral de autodestrucción. "Nadie sabía lo que me pasaba. Me escondía bajo ropas anchas y mantas. Me negaba a salir de casa y siempre me negaba a comer arguyendo que no me sentía bien", explica la joven británica. Su familia no tenía ni idea de que Connie tenía anorexia sino hasta finales de 2015, cuando su cuerpo no pudo más. Hasta entonces solo la habían tratado por depresión.
Connie había estado fluctuando de peso constantemente y llegó a cortarse su propia barriga para intentar acabar con lo que ella creía que le sobraba. Pero a finales de 2015 fue cuando la cosa se puso realmente seria: "La anorexia se había apoderado de mi vida y solo quería morir". Después de ingresar tres veces en el hospital, la gravedad de su situación hizo que decidieran ponerle una sonda nasogástrica para alimentarla. "Me obligaban a ver cómo mi peso iba subiendo semana tras semana y yo no podía hacer nada al respecto (aunque lo intenté). Odiaba a todo el mundo que me había llevado a esta situación".
Pero lo que realmente salvó a Connie fue el apoyo de su familia y su novio: "en un momento le pregunté a mi novio si podía comer y él me dijo que es lo que debía hacer. Fue entonces cuando me di cuenta de que amaba más a mi familia que a mi desorden alimenticio. Y entonces comencé a luchar con todas mis fuerzas".
La recuperación de Connie estaba en marcha. Y gracias a su cuenta de Instagram y a un grupo de WhatsApp, Connie ha descubierto una nueva forma de superar su enfermedad a la vez que anima al resto del mundo a amar sus cuerpos. Mediante fotos, a menudo poco favorecedoras, Connie quiere que la gente se dé cuenta de lo verdaderamente importante de la vida.
En la foto que compartió de diciembre de 2015, en su momento más bajo, la chica está terriblemente delgada. ¡Es increíble ver lo que ha cambiado en un año! Pero Connie no quiere con ella dar pena ni dar a entender que su lucha es más importante que la de los demás. Solo quiere que otras personas que sufren por la misma razón encuentren la motivación para salir. "Aún tengo pensamientos negativos, pero soy lo suficientemente fuerte para resistirme. ¡Sigue adelante! ¡Puedes salir de este infierno y yo estaré a tu lado en cada paso que des! ¡Podemos hacerlo juntos!"
Además, Connie ha comenzado una campaña en justgiving para ayudar a otras personas con problemas alimenticios. Su vida es ahora mucho mejor: estudia Arte en la universidad y ha conocido a gente maravillosa. "La anorexia es muy persistente: clava sus uñas muy profundas en ti. Pero yo he decidido que es hora de recuperarme y he decidido intentarlo con todas las fuerzas que tengo". Le deseamos a Connie mucha suerte en su lucha y que siga tan feliz como la vemos en sus fotos de Instagram. Si crees que podrías tener algún problema alimenticio, no lo ocultes y busca ayuda. ¡Hay una salida para ti!