Le dijeron que abortara y ahora comparte su historia
"Mejor que dejéis que este se vaya". Ese fue el mensaje que los médicos le dieron a una pareja de Florida, Estados Unidos, que prefiere contar su historia de forma anónima. Con "este", los médicos se referían a la bebé que la mujer llevaba en su vientre.
La revisión de la semana 20 había mostrado que algo iba terriblemente mal. El ultrasonido mostraba un agujero en la parte izquierda. Eso era su estómago desarrollándose en su pecho. Este raro desorden se debía a que tenía una hernia diafrágmica congénita que hizo que su cuerpo no se desarrollara correctamente en el feto. Un perinatólogo les aconsejó que abortara.
Pero sus padres no estaban dispuestos a tirar la toalla. La pareja fue a un hospital especializado en la ciudad de Houston donde le hicieron más tests. Estos revelaron que la mejor opción era dejar que la bebé naciera, ya que una operación en el útero no era necesaria y sería de mucho riesgo, y después podrían intervenir según su estado de salud.
La familia se mudó a Houston para que la pequeña naciera en las mejores condiciones posibles. Y lo hizo a la semana 39, pero en estado crítico. La incubaron y la sedaron para darle una oportunidad de vivir. "A un lado de la sala estaba mi hija rodeada de tubos y luchando por su vida. En el otro lado, mi mujer recuperándose de dar a luz. Nunca he tenido sentimientos tan divididos en mi vida", declara el padre.
En su cuarto día de vida, tuvieron que repararle el diafragma. La operación fue un éxito, y a partir de ahí la pequeña mejoró enormemente. Tras 29 días ingresada le dieron el alta, y ahora conocerá la vida en casa de su familia. De ahí que estos padres quieran hacer esta advertencia:
"Me di cuenta de que ni los propios médicos entienden bien qué significa tener una hernia diafrágmica. Por eso siempre es mejor buscar una segunda opinión y ponerte en manos de algún especialista", escribió el padre. "No estoy enfadado con los médicos que nos dijeron que deberíamos 'dejar que se vaya'. Pero me hizo darme cuenta de que hay enfermedades poco conocidas que necesitan más concienciación en un mundo saturado con campañas sobre enfermedades más conocidas".
Con esto, espera que otros afectados de hernia diafrágmica congénita no se asusten por las estadísticas y luchen por su familia buscando segundas y terceras opiniones. Y ese consejo es, por supuesto, aplicable a cualquier enfermedad. Esperemos que la pequeña de esta historia tenga una larga y feliz vida por delante, y que el mensaje de su padre llegue al mayor número de gente posible.